Escrito por: Dr. Carlos Castillo Amaya
5/2025
Una luxación o dislocación de hombro (también conocida como luxación glenohumeral) ocurre cuando el hueso del brazo (húmero) se sale de su lugar en la articulación del hombro. Esta es una de las lesiones más comunes en personas activas, especialmente en deportistas, pero también puede suceder por una caída o accidente cotidiano.
Es dolorosa, sí, pero con atención oportuna y el seguimiento adecuado, puedes recuperarte por completo y evitar complicaciones a futuro.
Cuando el hombro se disloca, es posible que sientas:
Dolor intenso e inmediato
Deformidad visible del hombro
Incapacidad para mover el brazo
Hinchazón o moretones
Sensación de hormigueo o entumecimiento
Si te identificas con alguno de estos síntomas, no lo tomes a la ligera.
Si sospechas de una luxación de hombro, sigue estos pasos:
✅ Cuidados inmediatos:
No intentes colocar el hombro en su lugar. Esto debe hacerlo un profesional capacitado.
Inmoviliza el brazo. Puedes usar un cabestrillo o simplemente mantenerlo junto al cuerpo.
Aplica hielo para reducir el dolor y la inflamación.
Acude al médico lo antes posible.
Cuanto más pronto se trate, menor será el riesgo de lesiones permanentes.
Una luxación mal atendida puede traer consecuencias como:
Inestabilidad del hombro
Luxaciones recurrentes
Dolor crónico
Daño a nervios, ligamentos o al cartílago
Una luxación de hombro puede parecer una lesión sencilla, pero si no se trata correctamente, puede dejar secuelas que afecten tu movilidad, comodidad y calidad de vida. La atención médica oportuna marca la diferencia entre una recuperación completa y una complicación a largo plazo.
Si has tenido una luxación, sientes dolor persistente o inestabilidad en el hombro, no lo ignores. Te invito a hacer una cita conmigo, para poder evaluar tu hombro y juntos poder determinar el mejor tratamiento para ti. Tu salud no puede esperar. Recupera tu movilidad y vuelve a sentirte bien.